Al conocer la historia de Aj Pop O' Batz, mencionada en el envío precedente, me interesé en el personaje y en lo que se volvió la región autónoma de la Verapaz. Mi amigo Roderico Teni me recomendó hablar con los dominicos del centro Ak Kutan, en camino a Carchá y uno de ellos, el padre Otero, me recomendó que entrevistara a Juan José Guerrero, quien me recibió en su oficina del campus San Pedro Claver, en la entrada a San Juan Chamelco. Con característica generosidad, Juan José me contó todo que sabía acerca del Aj Pop y de la región autónoma y me orientó hacia nuevas lecturas.
Mi instinto de sabueso me llevó a leer todo lo que pude y encontrar nuevas referencias. Todo esto formó sustrato y parte de la novela Dos corazones, la cual espero publicar este año. Estas entrevistas y lecturas me permitieron construir un relato acerca de la primera región autónoma de Guatemala y de América, que durante 39 años convirtió al país en un estado plurinacional.
Se puede empezar por Sancho de Barahona, un español que trató de conquistar la Verapaz allí por 1528. En ese tiempo los q’eqchi’es todavía estaban divididos y desperdigados en varias tribus o calpules y este conquistador y sus soldados se lograron meter, con algunos tzutuhiles que traía como aliados. Capturaron a un cacique de allí por la sierra del Chamá y se lo llevaron junto con algunos de sus guerreros a la Real Audiencia de Guatemala. Allí los pusieron a trabajar en unas minas; los trataban mal, les pegaban y no les daban de comer. El cacique se logró escapar, se regresó para la Verapaz y vino a contar todo lo que le había pasado. Entonces los caciques de los demás poblados convocaron a un concejo para organizar la defensa del territorio contra los españoles. Este concejo incluía a los poblados de Chi Nim Xol, Acalá, Cobán, Chi Mon'a, Al Tun Raxaj, Sakq'uim, Coyocté, Quaj Xac, Tamaxul, Cahbom, Chi Batz y Tziz Bal Xocoló. Al principio no lograron ponerse de acuerdo, pero se siguieron comunicando por medio de pregoneros y al año siguiente se volvieron a juntar. Se pusieron de acuerdo y eligieron como cacique de caciques a ese joven de 29 años, a quien nombraron Aj Pop O’ Batz, «señor que se sienta sobre la estera de piel de mono, símbolo de mando y sabiduría», para que liderara la defensa de los territorios q'eqchi'es. Se unieron a su ejército muchos tz’utuhiles de los que habían venido con Barahona y que desertaron; habían aprendido las técnicas guerreras de los españoles, sobre todo el uso de los caballos. Esto les permitió resistir la invasión de Diego de Alvarado en 1530, aunque lo montañoso de la zona también ayudó.
Los españoles hicieron otros amagos de conquista, pero todos fueron rechazados por Aj Pop O’ Batz y su ejército, al punto que los españoles le pusieron a esa zona Tezulutlán, o Tierra de la Guerra. Pocos años después llegó a Guatemala Fray Bartolomé de las Casas y se dio cuenta de que los conquistadores de aquí eran iguales a los que había conocido en Nicaragua y Santo Domingo, donde él había sido encomendero. Como ya se había convertido, le dio por sermonearlos, al punto que Alonso de Maldonado, quien estaba de gobernador, lo retó a que evangelizara la región en forma pacífica. Fray Bartolomé fue a conocer Tezulutlán y se dio cuenta de que la zona no podía ser evangelizada por la fuerza, así que aceptó el reto de Maldonado. Firmaron un acuerdo que le daba a fray Bartolomé cinco años para evangelizar la Verapaz en forma pacífica, con el incentivo de que durante ese periodo no podrían entrar allí ni soldados ni encomenderos españoles. Seis años después, Aj Pop O’ Batz se hizo cristiano y abrió las puertas a la evangelización pacífica de la Verapaz. El plazo de cinco años contaba a partir de que los dominicos entraran en forma oficial a Tezulutlán, pero el muy astuto de fray Bartolomé retrasó esa entrada varios años. Después logró que el rey de España extendiera el plazo a diez, que resultaron siendo quince y al final la región autónoma se mantuvo hasta 1568, cuando el alcalde mayor de Cobán Pedro de Casa Avante logro obligar a Aj Pop O' Batz a renunciar, para que los soldados y encomenderos españoles pudieran entrar sin impedimentos a la Verapaz.
Entre 1529 y 1568, entonces, hubo dos naciones en el territorio de lo que hoy es Guatemala. Una era la Real Audiencia y la otra era la Verapaz, ambas bajo la autoridad el rey de España, así que en la práctica hubo un estado plurinacional durante ese período. A partir de que me supe esta historia me he preguntado por qué no se formó otra región autónoma en el transcurso de los siglos, siendo Guatemala un país con 22 pueblos indígenas. La respuesta sigue siendo encontrar la fórmula de unidad que encontraron, en 1529, los 12 calpules de la Verapaz.
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